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Harmand S, et. al; Nature 2015;521:310-16
Una recreación de cómo los primeros humanos lograron una dieta a base de carne cientos de miles de años antes de que tuvieran el fuego para cocinarla. Se muestra un ingenioso uso de herramientas para reducir el tiempo de masticación. Uno es lo que come. No sólo eso, sino que es lo que sus antepasados comieron, cuando lo comieron, y lo que le hicieron al alimento primero. Una de las muchas particularidades que distinguen a los seres humanos de otros animales es que el comer es algo más que rellenar la boca con algo. Es cierto, la dieta humana es sorprendentemente ecléctica, pero este rango tan amplio se ve atenuado por una preparación elaborada. Ningún otro animal, por ejemplo, expone a los alimentos a un calentamiento prolongado, un hábito que llamamos “cocinar”. Ahora generalmente se piensa que la cocina era fundamental para la evolución de los humanos modernos, lo que provocó una reducción masiva del tamaño de los dientes y los músculos de la masticación, junto con un aumento marcado en la disponibilidad de los nutrientes, pasar más tiempo haciendo otras cosas además de sólo masticar, e incluso una expansión del cerebro. Leer más…